lunes, 9 de noviembre de 2009

REFLEXION SOBRE LA IMAGEN DEL DOCENTE


“Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía." JHON RUSKIN
La palabra Docente se ha usado en distintas épocas históricas, incluyendo la actual, con acepciones diversas que hacen que cataloguen o no al profesional en educación como una persona que se limita simplemente a la función de transmisor, mediador o facilitador del conocimiento, sin embargo, se ha ido cambiando esta imagen errónea que se tiene en países donde las tareas se complejizan y diversifican a la misión de enseñar, promoviendo nuevas alternativas que llevan al docente a hacer pieza clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por esta razón, la labor docente va mucho más allá del simple conocimiento, puesto que también hacen parte los escenarios interactivos que se establecen con los estudiantes, desarrollándose así unas competencias socio afectivas en donde la dimensión emocional es la clave de estas relaciones humanas, ya que son estas las que se involucran en este proceso mediatizador y da como resultado la eficacia de su labor (maestro-estudiante).

Por consiguiente, es indispensable que el docente tenga una clara conciencia de sí mismo y de sus procesos emocionales, ya que el modelo de actitud que manifieste será un acontecimiento determinante que influirá en el aprendizaje emocional de sus alumnos.
Tal como se pretende exponer desde varias concepciones y/o imágenes de docentes que dejan ver o no su amor a la profesión, ejemplo de ello son: “La lengua de las mariposas” cuento de Manuel Rivas y película de José Luis Cuerda; “La Clase” largometraje de Laurent Cantet; “La iniciación”, cuento de Roberto Rubiano y el poema “Autorretrato” de Nicanor Parra.
Todos estos personajes (Don Gregorio, François, Moya y Bustos) tienen en común el papel que ejercen dentro de un aula de clase; siendo blanco de constantes ataques y críticas por su desempeño hacia el logro de una “educación de calidad”, cuyo resultado está basado en los resultados y la rendición de cuentas al servicio público educativo.
Al hacer un análisis de los maestros antes mencionados, nos lleva a la revisión y valoración del rol docente, desde una perspectiva más humanista y hasta cierto punto idealista, como facilitador, orientador y guía de aprendizajes, que crea las posibilidades de reflexión, producción, deconstrucción y construcción de conocimientos en el estudiante.
En primera medida, tenemos a Don Gregorio (maestro en el cuento “La Lengua de las Mariposas” de Manuel Rivas) un maestro con ideas Republicanas en un contexto de Guerras civiles Españolas, donde la visión diferente sobre la educación se convierte en su objetivo: educar para ser libres en medio de dictaduras y represiones de la época. Puesto que nació para ser maestro y la dedicación a su trabajo es lo que le transmite a los estudiantes, permitirles a estos aprendices viajar por un mundo diferente a través del conocimiento es lo que lo hace especial, puesto que los motiva (alumnos) a creer en el cambio y a pensar de modo diferente en lo que quieren ellos realmente para su futuro.
En segundo lugar, tenemos a François (profesor de francés, en la película: “La clase”) este se nos muestra como un maestro mucho mas descomplicado la hora de ejercer su labor, puesto que maneja su trabajo a partir de la dimensión socio afectiva que establece entre docente-estudiante, sin embargo, algunas veces les hace ver a sus alumnos que es él quien tiene la autoridad dentro del aula, dado a que se enfrenta con alumnos en la etapa de la adolescencia y que de algún o de otro modo son difíciles de controlar en la parte disciplinaria.
En tercer lugar, tenemos a dos maestros de carácter muy particular, Bustos y Moya (cuento: la iniciación de Roberto Rubiano Vargas) son la decepción de la cual uno no les gustaría conocer; dado que el agotamiento, estrés y cansancio de años de dedicación a la labor docente, los convierte en dos hombres que sienten repudio y apatía por lo que hacen, aunque su trabajo se limite simplemente a repetir y ver contenidos fuera de contextos; como ya nada los motiva entonces no se esmeran por hacer que algo cambien en su trabajo, haciendo de sus desempeños un proceso circular y monótono donde la única recompensa para ellos es el factor monetario.
Finalmente, nos encontramos con el maestro deteriorado (Poema: Autorretrato de Nicanor Parra) lo que se podría catalogar como la caricatura del docente en su etapa final, dado que los múltiples problemas físicos, psicológicos y afectivos en los que termina sería la imagen de alguien que algún día pensó hacer algo más que educar pero que debido a las circunstancias sociales, políticas y económicas no pudo construir lo que soñó con sus estudiantes.
Por consiguiente, todo lo anterior configura algunas imágenes que se tienen de los docentes y los cambios que se han llevado a cabo en el acceso a los conocimientos, lo que trae consigo el cambio del propio rol y tareas del profesor; planteando, la exigencia de una profesionalización de la práctica docente y la definición de criterios encaminados a nuevas políticas de formación.
En este sentido, La propuesta de un nuevo modelo de docente debe ir más allá, para lograr recrear aprendizajes en los estudiantes que se orienten a la búsqueda e indagación de conocimientos, despertar la curiosidad y capacidad de asombro del mismo profesor, de tal forma que logre la reinvención del conocimiento de sus alumnos a través de su práctica docente, acordes a una sociedad cada vez más globalizada.